"Cuanto pesa su edificio Mr. Foster", la frase que da título a este documental no es sino la pregunta que le formuló Buckminster Fuller al mismo Norman Foster cuando sobrevolaban juntos en helicóptero el Sainsbury Center for Visual Arts, en la "University of East Anglia" en Norwich, Inglaterra.
La increpante pregunta no hizo otra cosa que dejar a Foster sin respuesta y lo que es más importante, a replantearse grandes cosas en su proceso proyectual. Entre otras cosas se dio cuenta de que la parte menos interesante del edificio absorbía la mayor parte de la estructura. A partir de entonces la carrera arquitectónica y su manera de plantear sus edificio cambiaron radicalmente. El aspecto high-tech que caracterizan sus edificios se complementan con una reducción del 20% de la estructura en su torre Hearst en Nueva York como uno de los factores clave en el primer rascacielos verde de la historia, o la incipiente figura de la sostenibilidad que refleja a través de la celosía móvil utilizada en el Reichtag de Berlín.
Sin duda una película muy recomendable no sólo para las personas relacionadas directamente con el mundo de la arquitectura, ya que se plantea como un breve y resumido recorrido a través de la vida de Sir Norman Foster por medio de imágenes espectaculares y un acercamiento a la evolución de la obra de este arquitecto cada vez más sensibilizado con el medio ambiente, sin renunciar a una arquitectura espectacular.
Este documental nos da la excusa para sacar a debate la creciente tendencia del mundo de la arquitectura sumada a una mentalidad de aprovechamiento generalizada en nuestra sociedad de colgarse la etiqueta de "sostenible". Un argumento cada vez más exigido en nuestra arquitectura, y que sin embargo siempre a estado presente aunque poco extendida entre nuestras construcciones debido al desinterés generalizado por parte de la promoción de la vivienda pública y privada. Nunca nadie pareció preguntarse cuanto consumía su edificio una vez construido sino, cuanto costaba construirlo. Sin duda una etiqueta muy beneficiosa pero también engañosa, en un momento en el que, después de cuatro años de la entrada en vigor del CTE aún no hemos sido capaces de asimilarlo y aplicarlo de una manera eficiente en nuestros proyectos, empezamos a introducir elementos concienciados con el medio ambiente de cara a la galería, sin una profundización seria en el problema y, lo que es más increíble, sin tener una idea básica ni un estudio básico de los beneficios de la arquitectura pasiva.
Un ejemplo al menos a seguir en primera instancia, http://alia.nds.es/index.html
1 comentario:
Me encanta tu blog. Mucho ánimo.
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