domingo, 17 de abril de 2011

El movimiento moderno de Javier Carvajal.

    Hace unos días tuve la suerte y honor de poder visitar una de las vivienda diseñada por este controvertido y gran arquitecto barcelonés, en este caso situada en el madrileño barrio "Prado de Somosaguas".
Vivienda en Somosaguas. Años 60.
    Para muchos de las nuevas generaciones de arquitectos, Javier Carvajal Ferrer no supone una referencia en mi opinión al suficiente nivel como debiera. Arquitecto de tiempos convulsos, de peligrosas alineaciones políticas, de momentos de prohibiciones y censura, ha desarrollado una arquitectura tan plástica, artística, en momentos escultural, pero capaz de ser tan cercana y cálida, que merece más de un artículo. Sus edificios te envuelven de manera abrumadora, y los muros y divisiones parecen no tener interrupciones en sus consecuciones a lo largo de las estancias, tanto en horizontal como en vertical, el espacio fluye de una manera natural entre el exterior de la vivienda y los patios, alrededor de los cuales las viviendas parecen estructurarse, haciendo de éste el corazón del proyecto. Los pesados muros de hormigón de pronto adquieren una ligereza y plasticidad conseguida únicamente a través del cuidado exhaustivo del detalle constructivo, en la calidad de la ejecución de las obras y el enriquecimiento en el proceso tanto proyectual como constructivo constante al que están sometidos sus edificios.
Planta Viviendas en Torre de Valencia. Madrid 1968-72.

    Javier Carvajal fué arquitecto origen de muchas polémicas en los años de transición política española, en los que tanto sus alineaciones políticas como menesteres personales le indujeron a momentos de crisis profesional,  arrastrando algunas de sus obras a caer en el desagrado social, tal y como fuere con la torre de Valencia en Madrid y lapidando grandes años de hiperactividad creativa e intensidad laboral, enfocada sin remedio al mundo de los concursos públicos y con mayor o menor fortuna en peripecias personales por América del sur. Eran años en los que la información cambiaba radicalmente dependiendo de la índole política de la publicación.
    Centrándonos en el plano arquitectónico, Javier Carvajal pertenece a una generación de oro de arquitectos de la postguerra y años 50, en la que se hace una profunda revisión del movimiento moderno.


martes, 5 de abril de 2011

Los beneficios del estilo internacional

    Esta entrada pretende ser una ferviente defensora del llamado "estilo internacional", en detrimento de los formalismos digamos "caprichosos" de los que el mundo de la arquitectura actual esta siendo víctima.
  
    El término "estilo internacional", acuñado por Henry-Russel Hitchcock y Philip Johnson en 1932, caracterizó los rasgos recurrentes de la arquitectura moderna producida en Europa por Le Crobusier y los miembros de la Bauhaus entre otros. Según su descripción, el estilo internacional estaba conectado con la forma pero desconectado de su contenido social.

    El internacionalismo era un modo de trabajo dentro de un mundo universalizador y la arquitectura internacionalista, es decir, la arquitectura no arraigada en ningún contexto sino transferible a todos los puntos del planeta y portadora de principios modernos y universales, comenzó a ganar importancia.
    El concepto de "estilo internacional" hoy en día engloba tanto conceptos actuales como fases en el mundo del arte durante el transcurso del siglo XX por medio de un amplio abanico de obras tanto de arquitectura como de diseño.
  Inicialmente se pueden establecer sus orígenes en el movimiento moderno iniciado en la Bauhaus de principios de siglo con Walter Gropius y Mies van der Rohe a la cabeza. Estos comienzos se basaron en un intento de aunar función y tecnología, adquiriendo un lenguaje geométrico y formal que llevaría a lineas puras, depuradas y, se podría decir, de estética moderna.

Introducción al "movimiento moderno"

   El estilo internacional se ha visto reflejado en la obra de distintos arquitectos pero apropiándose de unos u otros conceptos y sin estar en total acuerdo con las bases establecidas en el movimiento moderno, de éste modo, Le Corbusier dotaría a este movimiento de un mayor estilismo gracias a sus obras de los años 20 y 30. Muchas imágenes del maestro se convertirían en iconos de esta corriente artística.
Le Corbusier