lunes, 7 de febrero de 2011

Edificio Celosía, la "arquitectura" de MVRDV y Blanca Lleó

Apartamentos Wozoco (Amsterdam, Países Bajos).

    
    Realmente un estudio de arquitectura de imágenes potentes, MVRDV tiene desde hace mucho una proyección internacional más que desarrollada y asentada.
   Como buen estudio de arquitectura holandés (todos conocemos a Rem Koolhaas), desde que se fundó en la década de los noventa ha desarrollado una arquitectura que se sale lo tradicional y, haciendo alarde de nuevos materiales y de una arquitectura basada en formalismos rompedores, escultóricos, provocadores e incluso desafiantes a las leyes de la física, ha conseguido hacerse con una posición más que envidiable en el panorama de la farándula de la arquitectura internacional, saltando de portada en portada y protagonizando monográficos en alguna que otra publicación de arquitectura.
    Aquí en España ya es conocido por ciertos trabajos tanto en Barcelona, Valencia y Madrid. En el caso de Barcelona, su primer encargo en este país, consistía en un zoológico en la zona del "fórum" que no llegó a construirse. En el caso de Valencia no ha dejado de tener polémica la famosa torre huerta, un intento de llevar el jardín en altura a otra expresión, sirviéndose de voladizos utópicos para dotar de árboles de porte medio a cada vivienda, como si de una vivienda en planta baja se tratara. Es más que improbable su construcción.
Torre Huerta. (Valencia, España).

   Es en Madrid donde nos encontramos dos de sus proyectos más emblemáticos y que más repercusión han tenido a nivel internacional, el "Edificio Mirador" y el "Edificio celosía", ambos "felizmente" construidos  en colaboración con la arquitecta Blanca Lleó.
Edificio Mirador. (Madrid, España)

Edificio celosía. (Madrid, España)

   Sin duda un gran ejemplo de que prácticamente no hay nada imposible en arquitectura y de que, con un ligero hinchamiento en el capítulo de estructuras del presupuesto de ejecución, lo que se te pase por la cabeza puede llegar a materializarse. Imágenes que abren la mente y motivan a la búsqueda de una "nueva arquitectura".
  Es en el momento de acercarse a estos edificios cuando la aventura de la "nueva arquitectura" comienza a resquebrajarse y de pronto nos damos cuenta de que la esencia de la arquitectura, la parte más importante de ella, que es el que la habita, utiliza, le da sentido y al fin y al cabo la genera por una necesidad de cobijo, pasa a supeditarse a la forma en que ésta se muestra. La arquitectura comenzó como una protección de las inclemencias del tiempo y es precisamente aquí donde esta arquitectura del siglo XXI está fallando miles de años después.

    De un simple vistazo, nos damos cuenta de el arquitecto se ha permitido la licencia de quedarse en la imagen y no preocuparse de conseguir y asegurar por muchos años el confort en las viviendas. Directamente las viviendas son difíciles de habitar por la "habilidad" con la que los huecos verticales han sido distribuidos por ellas, sin una mínima idea de amueblamiento y que hacen que este hecho en el salón-cocina se haga prácticamente imposible en el Edificio Celosía. Un lavabo colocado en un pasillo entre otros delata este tipo de "errores"en el Edificio Mirador. Pero lejos de lo que políticamente puede ser defendido como viviendas de paso, temporales o términos semejantes (y dudosos sabiendo que la ley te obliga a permanecer en ellas 10 años), es el mundo del detalle constructivo el que cae en absoluto olvido.
   Un reciente informe pericial realizado sobre el Edificio Celosía confirma los peores presentimientos. Lo que poco tiempo después de su final de obra se apreciaban como vicios en forma de humedades intersticiales y superficiales, grietas, acabados de dudosa calidad, incompatibilidades entre materiales y un largo etc., han resultado ser una suma de despropósitos tanto en el proyecto como en la ejecución de ésta obra. A ello hay que añadir diversos incumplimientos referidos al código técnico de la edificación como son cabezadas en las escaleras del edificio o barreras de protección en las ventanas de insuficiente altura y torpe y chapucéramente solucionadas con un cable metálico. Todo esto deja en relieve un error de concepto en el proceso proyectual del arquitecto, el cual, a través de años y años de madurez en la profesión,  debería conjugar sus conocimientos para que una imagen espectacular vaya acompañada de una ejecución lo más perfecta posible, sin dejar de lado el objetivo principal del proyecto, dotar al ciudadano que va a acceder a ella no ya de unas condiciones mínimas dignas para esa vivienda a la que todos tenemos derecho a acceder por ley, ya que eso es alcanzable con un mínimo de conocimiento constructivo, sino de hacer el esfuerzo y reflejar los conocimientos adquiridos a lo largo de años en el funcionamiento de la "máquina de habitar" que nos intentó enseñar Le Corbusier.
Villa Sodan. Le Corbusier.

   De ninguna manera hemos de saltarnos ese proceso de madurez que pasa tanto por el conocimiento de las técnicas constructivas como por el lógico funcionamiento de una vivienda, puesto que estamos marcando los hábitos de sus inquilinos,  sus comportamientos y sensaciones a lo largo de toda o gran parte de sus vidas, a través de una iluminación y ventilación correctas, y un aprovechamiento del propio espacio de la vivienda entre muchas cosas.
    Sin duda este tipo de arquitectura pone en actualidad la arquitectura de un país o una ciudad a nivel internacional y sirve para dar a conocer un lugar gracias a lo llamado "efecto Guggenheim", pero no será una arquitectura noble si no llega a funcionar de verdad más allá de la imagen. A veces la arquitectura tiene que olvidarse de su faceta artística, ya que no es una pintura, escultura o cualquier obra de arte que no se exige existir o que simplemente se crea por gusto del artista, sino que es algo que existe por necesidad y que afecta tanto al que lo habita como al que lo rodea, por tanto tiene que pasar por un proceso de reflexión a la hora de materializarse.

2 comentarios:

javiergmarcos dijo...

Cuando tomes fotos "prestadas" cita al menos la procedencia

Francisco Javier Jiménez Rayo dijo...

Tienes razón, no llevo mucho tiempo en el mundo del blog y tengo que habituarme. Haré especial incapié en ponerme al tanto de los derechos, creative commons y demás.
Gracias